Estadísticas dicen que el 75% de hogares viven bajo presión económica. La palabra de Dios no enseña en Mateo 6.24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciar al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
Ansiedad económica viene porque no utilizamos nuestra relación con nuestro Padre celestial.
I. Cambie su mentalidad de huérfano.
- Acepte que usted es un hijo(a) de Dios y El es un buen Padre. (Mateo 6.33) 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
- No hay nada que Dios no conoce de ti.
- No viva como una víctima – viva como un hijo(a) de Dios.
¿Qué situación, o tratamiento en su pasado le ha hecho olvidar que usted es un hijo de Dios?
II. Necesitamos alinear nuestra voluntad con la voluntad de nuestro Padre celestial. (Lucas 11:2) “Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
- “No tendremos la bendición de Dios hasta que estemos bajo la autoridad de Dios.”
- Hay mucha gente que tienen dinero pero nunca prosperan porque no están sometidos a Dios en sus finanzas.
- Cuando nos sometemos a Dios, Él nos da su paz y tranquilidad hasta en nuestra finanzas.
- Dios nunca nos va prosperar en algo que no es su voluntad.
¿Qué situación económica ha tomado prioridad sobre Dios… en su tiempo, en su dar, etc…?
III. Arrepentimiento verdadero es hacer un cambio de dirección y tomar acción.
- Somos mayordomos de lo que Dios nos ha dado.
- La verdadera riqueza en la vida es conocer la voluntad de nuestro Padre.
¿Qué paso practico usted puede tomar para cambiar su perspectiva?
Conclusión
Cuando confiamos en Dios estamos soltando nuestra situación y entregándola en las manos de Dios. Es necesario orarle a Dios y pedir las riquezas de nuestro Padre. En Hebreos el Apóstol Pablo nos dice que nos acerquemos al trono de la gracia de Dios. (Hebreos 4.16)