El propósito de Dios no es que vivamos en dolor pero que su poder se perfeccione en nuestra debilidad. Todos tenemos que lidiar con muchos tipos de adversidades en la vida. Es posible probar del poder de Dios pero también estar desanimado. No es pecado dudar y admitir que somos débiles. Cuando estamos en dolor, cansados o ansiosos no debemos decir que estamos bien, cuando por dentro estamos destrozados. Dejemos de pretender y seamos verdaderos en la presencia de Dios. Es posible tener fe pero también tener dolor y problemas.
I. Para de hablar en desanimo – empieza actuar de acuerdo a lo que Dios te dice. 2 Corintios 4:18
a) Nuestras batallas en la tierra son temporales.
b) Enfócate en los que es eterno.
¿En qué batalla temporal se encuentra hoy? (Relacional, en su empleo, con su salud, etc.)
II. Cree la voz de Dios. Números 14.1-11
a) La tierra prometida representa la vida que Dios tiene preparada para nosotros.
b) No escuches a personas que no caminan en fe.
c) El poder de Satanás es limitado, no lo dejes entrar a tu mente.
d) Dios quiere hacer milagros en nuestra vida pero necesitamos actuar dependientes de la voz de Dios.
¿Qué voz usted necesita desechar en su vida?
III. Solo porque otros no han llegado a encontrar su propósito no significa que usted no lo puede encontrar y cumplir. 1 Samuel 17:24-26
a) David estaba bajo control del Espíritu de Dios y no de la influencia humana.
b) La incredulidad no permite que el poder de Dios se haga realidad en nuestra vida. Mateo 13:58 y Marcos 6:5-6.
¿De qué le esta hablando el Espíritu Santo en esta temporada de su vida?
¿Qué le esta impidiendo de tomar esa decisión o ese paso?