El orgullo mata el amor Día 3

octubre 29, 2025

Perdonar para Sanar

“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”  Efesios 4:32 

El orgullo nos dice: “No mereces mi perdón”. Pero el amor de Dios nos recuerda: “Yo te perdoné primero”. Muchos matrimonios se rompen, no por grandes traiciones, sino por pequeñas heridas acumuladas que nunca se sanaron.

El perdón no minimiza el dolor, pero sí nos libera de la cárcel emocional donde el resentimiento nos encierra. Cuando eliges perdonar, no le quitas peso a lo que pasó; le quitas poder sobre tu presente. Perdonar no es justificar lo que te hicieron, sino elegir sanar tu corazón y abrirle la puerta a la restauración.

El orgullo siempre busca mantener el control, pero el perdón nos enseña a soltar las cadenas del pasado. Aferrarse al rencor es como beber veneno esperando que el otro sufra las consecuencias; al final, el único corazón que se intoxica es el nuestro. Cuando perdonas, no dices “estuvo bien lo que pasó”, sino que decides entregar tu dolor en manos de Dios y permitir que Él sea tu juez, tu defensor y tu sanador.

Además, el perdón es un regalo que primero te haces a ti mismo. Sanar tu corazón abre espacio para que el amor vuelva a fluir y el respeto sea restaurado. Un matrimonio donde ambos practican el perdón es un hogar donde el enemigo pierde poder, porque las heridas dejan de ser armas y se convierten en testimonios de gracia. Cada vez que eliges perdonar, te alineas con el corazón de Cristo, quien te amó, te perdonó y te levantó aun cuando no lo merecías.

La Mochila Invisible

Imagina que cada ofensa no perdonada es una piedra que guardas en una mochila invisible. Al principio, el peso parece soportable. Pero con el tiempo, el dolor emocional y el agotamiento se acumulan hasta que caminar juntos se vuelve imposible.

El perdón es quitar esas piedras, una por una, para que ambos puedan avanzar sin cargas innecesarias. Perdonar no significa olvidar, sino liberar el corazón para que Dios sane lo que la herida dejó.

Contexto Bíblico

La cruz es el recordatorio más poderoso de que el perdón es la base del amor verdadero. Jesús no esperó a que mereciéramos su perdón; lo otorgó primero. En el matrimonio, el orgullo nos mantiene atados al pasado, pero el perdón nos permite construir un futuro nuevo:

“Soportaos unos a otros, y perdonaos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”Colosenses 3:13

Lectura Bíblica para Hoy

Efesios 4:31-32 (RVR1960)

31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Colosenses 3:12-14 (RVR1960)

12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

Mateo 18:21-22 (RVR1960)

21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.



Ejercicio Práctico

Hoy, escribe en tu cuaderno:

  1. Una ofensa que aún te duele.

  2. Lo que aprendiste de esa situación.

  3. Una declaración de perdón a tu cónyuge, aunque todavía duela.

Si puedes, comparte con tu pareja cómo te sientes, no para acusar, sino para sanar.

Consejo de Autocuidado

El perdón también incluye perdonarte a ti mismo. Hoy, respira profundo y recuerda: no eres perfecto(a), y está bien. Haz algo que nutra tu alma:

  • Escucha un devocional.

  • Toma un tiempo a solas con Dios.

  • Escribe tres cosas por las que estás agradecido.

Cita Inspiradora

“El perdón no cambia el pasado, pero sí transforma el futuro.”

Ritual de Cierre

Esta noche:

  1. Lee Efesios 4:32 con tu cónyuge.

  2. Compartan un acto de gratitud mutua: una palabra, un abrazo o una oración juntos.

  3. Entréguenle a Dios cualquier resentimiento que todavía carguen.

Desafío de Amor Propio

Declara hoy:

“Me libero del peso del pasado. Elijo perdonar y soltar. Dios está sanando mi corazón y restaurando mi matrimonio.”

Espacio para Reflexionar

  • ¿Qué heridas estoy dispuesto(a) a soltar hoy?

  • ¿Qué diferencia podría hacer el perdón en mi matrimonio?

  • ¿A quién necesito acercarme para restaurar el amor?

 

Oración Guiada

“Señor, reconozco que hay heridas que todavía cargo. Hoy decido soltar todo resentimiento y perdonar, así como Tú me perdonaste. Ayúdame a amar incluso cuando me cuesta, a ver a mi cónyuge como Tú lo ves y a creer que Tu gracia puede restaurar lo que está roto. En el nombre de Jesús, amén.”

Cierre del Día 

El perdón no es un sentimiento, es una decisión que abre las puertas a la sanidad y a la libertad. Cuando eliges soltar el pasado, le das permiso a Dios para obrar en tu matrimonio de una forma sobrenatural. Hoy es un buen momento para dejar ir el rencor, entregar las heridas en manos del Señor y permitir que su gracia restaure lo que el orgullo intentó destruir.

Recuerda: un matrimonio sano no se construye sobre la perfección, sino sobre el perdón constante. Cada acto de gracia es un ladrillo que fortalece la relación y un paso más cerca del propósito que Dios tiene para ustedes. No se trata de olvidar lo ocurrido, sino de decidir juntos escribir una nueva historia.

Mañana, en el Día 4, aprenderemos cómo reconstruir los puentes de comunicación que el orgullo y las heridas levantaron. Descubriremos principios bíblicos y estrategias prácticas para volver a hablar con amor, escuchar con empatía y conectarnos desde el corazón.